viernes, 18 de abril de 2008

BASILEÍLEIA EN DECLIVE


Basileía estaba triste cómo una muñeca de porcelana olvidada en lo alto de una habitación de la que un día fue una niña. No sabía cómo disfrutar del momento, frente al espejo se sentía estúpida creando una mueca en lugar de una sonrisa. Lo intentaba, alargaba sus labios, levantaba las comisuras y enseñaba los dientes, pero aquello era burlesco, un máscara de la muerte de Ensor, y es que es en lo que se ha convertido, un carnaval decadente, una parodia de lo que un día fue, ella misma en ambos papeles, sintiendo a cada pedazo de su alma, cómo todo se desquebrajaba.
Su alma, la que un día fue un palacio de hielo, un precioso palacio de arte manuelino tallado al detalle. Era fría porque ella se cansó del calor que desprendía, de que ese calor le hiciera epicúrea e incluso vulgar. Empezó a ser fría para guardarse de esa vida hedonista, y consiguió, durante unos instantes, mandar sobre su alma, ser jinete de sus sentimientos, y así poder congelarse. Así consiguió su inmunidad frente a lo que venía.
Presumió y posó delante de todos, fue estrella de alfombra roja, la reina del baile. Tuvo su fama, que no fue más que espuma en el mar de la vida. Saboreó el éxito, y por ser alérgica a la miel, se le escaldaron los labios, y ahí comenzó el declive.
A la princesita se le estallaron los zapatitos de cristal, porque en realidad tiene los pies de hermanastra. Y es que eso le pasa por querer representar un papel que ella no había escrito.
Basileia, caída en su propia tela de araña, infeliz por dibujar un destino que no le corresponde por su naturaleza de niña buena, y no de femme fatale, cómo ella hubiera preferido, no por otro motivo, que huir de su propia personalidad atormentada por una risa malévola en la fachada en una obra de arte.

3 comentarios:

Zorrofuego dijo...

Ya es hora de que vayas retomando la historia de Basi...
Por cierto, mola tu blog :D. aunque todavía no lo he leído todo.
Besos Basi

Zorrofuego dijo...

dios, como se torna la historia... pobre, habría alguna forma de animarla y volver a ver la vida de otra forma?... por que no retoma el papel que le corresponde?... el de niña buena, quizás ese le pegue mas.
Me gusta esta parte, muy bien detallada y muy bien enfocada la narración, si, me gusta.

Irie Olvia dijo...

a veces cuesta volver a ser lo que se era, restificar es de sabios pero volver es tiempo atrás es imposible.
La virginidad cuando se pierde es imposible recuperarla, la niña que juega a ser mujer y se comporta como tal no vuelve a jugar con muñecas.
Me duele a mí, como le duele a Martita el haber crecido, aunque el espíritu siempre queda y es posible que su vida se vuelva a encauzar.
Muchas gracias zorrofuego, tu opinión es muy importante para mí, supongo que ya lo sabes.
Un beso de parte de Basileia